Al que transpira…

Dios inspira.

Mi versión del tan conocido refrán «al que madruga». Les cuento que ayer me lo escribí en una pizarra que tengo en mi escritorio, como para tenerlo bien presente esta semana en la que tantísimo tengo que avanzar con mi tesis, pero que también se relaciona mucho con lo que nos compete acá. Si si si, me hice desear (u odiar, o abandonar) un tiempito, pero acá estoy retomando con los «mandamientos de la ambientación»:una guía practiquísima para mejorar nuestras ambientaciones.

Soñarás

Como vimos en el post anterior, este «manda» (para los amigos) hace referencia a esto de dejar volar la imaginación, de pensar soñar en grande. Estuvieron buscando ideas? Con varios ya estamos contactados por pinterest!! Vamoo, que plagamos de carpetas con pines soñadores para nuestras aulas. Recreemos la vista con cosas grandiosas que parezcan imposibles, porque suelen gestar ideas (o de última, suleen ser más fáciles de replicar de lo que nos imaginamos).

Bueno, ahora que ya tienen una imagen soñada de lo que les gustaría hacer en el aula, sigamos!

Invertirás

Hermanito siamés del Manda 1. No hay sueño que se concrete sin invertir tiempo y energía, así como tampoco hay inversión que valga si lo que emprendemos no nos entusiasma, no nos permite crecer, no nos sacude.

Así que una vez que encontramos esa idea que nos entusiasma, ahora hay que bajarla de un hondazo, y traducirla a acciones específicas que la hagan realidad. Y acá, tanto la creatividad como el arte de la organización y efectividad, son las cualidades que van a garantizar que la inversión de tiempo y energía sea la justa y necesaria para lograr lo que queremos. Es decir, que la transpiración sea un negoción (tiembla Neruda).

Antes de seguir, hay un mito bastante popular que también necesitamos bajar de un hondazo (creo que estoy a full con la metáfora del hondas o, motivo de mi guerra con una plaga de palomas muy cómodamente instaladas alrededor de mi casa, por lo que no dejo de fantasear con agarrar la onda cual David y derramar sangre). Ejem, volviendo, por favor desterremos de nuestra cabeza la idea de que no somos lo suficientemente creativos como para generar buenas ideas. A esta excusa la he escuchado mucho. Y confieso que me irrita un poco cuando me dicen «ahhh pero es que ustedes son re creativas». Más allá del halago, que es lindo obvio (que igual creo que lo nuestro es más «emprendedorismo» que creatividad), lo que me molesta es que siento que detrás de ese comentario esta la creencia de que las ideas caen danzando mágicamente desde la estratosfera hasta depositarse en nuestras cabecitas.

Si bien la idea de ver caer ideas danzantes desde el cielo no es algo que me desagrada,  nada más lejos de la realidad. Crear lleva tiempo, lleva esfuerzo. Y ahí está el punto, se me ocurre que por cuestiones de personalidad y experiencias, hay personas que se animan a crear más, y por ende desarrollan la creatividad más que otras. Pero todos, absolutamente todos somos seres creativos (y cómo no serlo si estamos hechos a imagen de el Ser más creativo que existe???!!).

                 «Fui creado para crear»

Así que la creatividad implica una inversión considerable de tiempo, y esfuerzo.

Según como lo veo, esta inversión tiene dos partes:

  1. “Craneamiento”:  momento en el que el equipo de maestros se reúne y planifica. Acá se traducen las ideas soñadoras en acciones concretas a seguir. Nosotras lo que solemos hacer es juntarnos en alguna de nuestras casas, mirar las fotos que tenemos como modelo, y en base a eso en un papel dibujamos un planito del aula, y en qué lugar pondríamos cada cosa. Este es el momento también en el que Sabri mirando las fotos me dice qué materiales necesitaríamos conseguir, y en el que pensamos a quiénes tendríamos que pedirle ayuda (por ejemplo si hay cosas de carpintería, o alguien que sepa dibujar muy bien, hacer agujeros en la pared, etc). Si bien todo esto lleva tiempo, después es ganancia porque cuando finalmente vamos al aula, tenemos una idea clara de lo que hay que hacer, contamos con ayuda y ya con los materiales.
  2. Mano de obra: este es el momento de concretar todos los planes, o sea, recortar, pegar, armar, pintar, acomodar, etc. Lógicamente es lo que más tiempo lleva. Y en este punto no puedo endulzar el tema, cuando digo que lleva tiempo, me refiero a bastante tiempo.Si bien estamos tratando de ser más organizadas y no dejar todo para último momento, hasta ahora cada vez que cambiamos la ambientación del aula decimos que llegó el momento de “acampar en la iglesia”. Porque literalmente pasamos horas y horas allí (por no poner días). Mientras escribo esto me agarra miedo de que se desanimen considerando el poco tiempo disponible que tienen. Nooo por favor! nosotras porque somos hijas hermanas de sangre del rigor,  y nos ha resultado hacer todo “de un tirón” y listo. Con buena organización (y delegación) se ahorra tiempo a lo loco. Y créanme, que toda la inversión de sudor es recompensada.

Notarán de que hablo de transpiración e inversión de tiempo, y no de plata. Si señores, a propositísimo, porque soy una firme defensora de que no hace falta tener billeteras espectaculares (o tesoreros de iglesia espectacularmente generosos) para lograr resultados espectaculares. Con creatividad + la lista de precios cuidados en materiales de decoración, se puede!!! (y obvio que partiendo de la base de que tenemos un Dios poderoso)

Qué es esta lista???? esto lo veremos en el próximo capítulo (metía misterio). No, es que justo hoy estuve leyendo que los buenos post se caracterizan por decir mucho en pocas palabras (ehh no), cortar el texto cada 5 renglones con imágenes o algo (ehhh tampoco), así que a los que aguantaron hasta acá muchas gracias, se ve que les interesa (o son familiares míos ja).

«Soñar en grande” (lo cambien un poquito para no plagiar a Ben Carson)(aspirante a presidente de EEUU???)(lo de pensar en grande le pegó fuerte parece) vuelvo, soñar en grande implica un esfuerzo grande. No hay magia, nos va a llevar tiempo y mucho desodorante antitranspirante, pero si  realmente creemos en la trascendencia de lo que estamos haciendo, lo vale cada minuto.

Nada mejor para describir estas recompensas, que esto que nos escribieron hace un tiempito Luz, Fernando, Bethsy y Carmen, desde, como ellos definieron: «Primariolandia, sede Palermo»:

» (…)La verdad que siempre se nos pasó mandar fotos de la sala, pero esta vez no podíamos dejar de hacerlo, porque después de muchísimo tiempo hoy volvimos a tener decoración en nuestra salita. Al ver las caras de sorpresa de los nenes cuando llegaron nos pusimos re contentos (hasta decían «Tenemos un país!!» jaja), y queríamos compartirlo con vos y tu equipo, porque estamos seguros que ustedes sienten lo mismo al ver como los chicos disfrutan de lo que hacemos por ellos y que eso los incentiva a seguir aprendiendo de Jesús.
Estamos muy motivados a seguir con esta tarea (…)»

Y adjuntaron estas fotos, que las voy a publicar sin todavía estar autorizada (perdón chicos, es la emoción!!)

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Es tan lindo todo que siento que si agrego algo lo arruino. Lo comparto con ustedes, equipo.

Un abrazo,

Gise

6 pensamientos en “Al que transpira…

  1. Nuevo refrán patentado y muy bueno para utilizar en la docencia!, me encantó y tus palabras que inspiran también. Estoy segura de que todo el esfuerzo será recompensado con muchas estrellas en las coronas de maestros que han dedicado sus dones par servir.
    Simplemente Felicitaciones!!!!

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