…y César oró solo.
(me conformo con que el chiste haya tenido aunque sea un 25% de efectividad). Con un poco de humor sutil, quería introducirnos en lo que hoy nos compete: la oración. No se a ustedes, pero a nosotros el momento de los pedidos y agradecimientos previos a la primera oración siempre nos saca alguna sonrisa. Como algunos de estos pedidos…
Y lo más gracioso es que se va generando una psicosis general en torno a los pedidos y agradecimientos. De repente todos tienen dientes flojos, o todos se acordaron de mencionar a su mascota, el cumpleaños del amigo del vecino, o a sus propios futuros (por lo general bastante lejanos) cumpleaños. En fin, yo me imagino a un Dios sonriente escuchando desde su extrema sinceridad, los pedidos y agradecimientos de estos niños.
También en este momento se da otro fenómeno que tiene como síntoma que todos los motivos de oración comiencen con un «porque». Entonces queda como tarea del oyente descifrar si es un pedido o un agradecimiento. Por lo que, hace un tiempo hemos comenzado con un campaña masiva para desterrar el «porque»,indicándoles que comiencen sus motivos de oración con un «agradezco por» o «pido por». Y de a poquito nos estamos despidiendo del enigmático «porque…».
Unas semanas atrás tuve la anhelada oportunidad de escuchar y conocer a uno de mis escritores y héroes-cristianos-contemporáneos, Pr. Mark Finley. En uno de sus temas habló acerca de la oración y de la importancia que ésta tiene en el gran conflicto, y eso me quedó dando vueltas en la cabeza. Me puse a pensar en mi vida de oración y en la que estábamos inspirando en los niños. Insuficientes ambas. Con esto todavía en mente, ese viernes de noche se me ocurrió que en vez de hacer la actividad previa ese sábado (me tocaba la lección a mi), podía aprovechar el tiempo para hacer una actividad relacionada con la oración. Y ahí buscando me encontré con una idea de la que alguna vez había remotamente escuchado.
La idea la encontré acá (está en inglés), y apunta a enriquecer las oraciones. No se a ustedes, pero a mi a veces me pasa que termino teniendo oraciones rutinarias. Y si prestamos atención a la de los chicos, también es posible que encontremos «loritos rutinarios». Es por eso que esta autora propone incluir en las oraciones alabanzas, agradecimientos, arrepentimiento, intercesión y pedidos personales.
Cómo grabar todo eso en las cabecitas de los niños (y en las nuestras)???
Usando como guía los dedos de una mano.
Yo lo adapté de esta forma:
A la mañana siguiente de mi noche de euforia creativa, en el momento de la oración los dividimos en grupos a los chicos, y cada uno fue con un profe. Entonces allí cada uno les explicaba que hay muchas cosas que podemos decirle a Dios en la oración, y que para acordarse podíamos usar los dedos de nuestra mano. Para acordarse cada profe les hizo un dibujito en cada dedo:
Para que lo puedan hacer en sus casas también, les mandamos unas notitas a sus papás contándole de lo que habíamos hecho y que si les parecía podían aplicarlo en la semana. Les adjuntamos la imagen de las manos de oración con todo explicado.
Justo ayer encontré entre los libros de mi madre, uno que se llama «100 creative prayer ideas for kids» (100 ideas creativas acerca de la oración para niños), y se me ocurrió que podría haber una sección en el blog que cada tanto se actualice con nuevas ideas para enseñarles a orar a los chicos (y a nosotros los adultos también). Si ustedes utilizan o han usado alguna idea que les sirvió cuenten, cuenten, cuenten!!!
Hablando de nosotros, ese sábado nos pusimos de acuerdo con el resto de los profes para ir un ratito antes del horario de la escuelita, para tener tiempo para organizarnos y orar. Y fue muy bueno. Creo que es básico que como maestros primero vivamos lo que enseñamos, antes de transmitirlo. Básico, pero fácil de pasar por alto.
Prueben!
Termino con una cita de E.de White que leí en uno de los libros de Pr. Mark (ya le tomé confianza)(de paso, el libro se llama «Reavívanos otra vez», RECOMENDADÍSIMO). Bueno volviendo a la cita :
«Al sonido de la oración ferviente, toda la hueste de Satanás tiembla» (Testimonios par ala iglesia, t.1, p.309).
Ojalá tiemblen más seguido!
Un abrazo!