¿Y por casa cómo andamos?

Para los que no están familiarizados con esta expresión idiomática argentina, generalmente se le pregunta a alguien «¿Y por casa cómo andamos?» cuando se le quiere hacer notar que está criticando a los demás sin ver sus propios defectos.

Hace un tiempo me hice a mi misma esa pregunta después de haber contado el misionero. No a raíz de una crítica, sino al contrario. Pensando en que cada sábado escuchamos testimonios de gente de alrededor del mundo que comparte su amor a Dios con otros o de sus conversiones y demás, me agarró una «rebeldía santa». Basta, no quería  meramente escuchar historias y testimonios de otros niños, quería que mis alumnitos vivan en carne propia experiencias misioneras…que ellos puedan tener testimonios que contar.

Teniendo en mente esto, el sábado siguiente dividimos a los chicos en grupitos, cada uno liderado por una de nosotras, y los desafié a escribir la mayor cantidad de ideas de cosas que podríamos hacer por otros. Una vez que terminó el tiempo pautado, cada grupo compartió sus ideas con el resto, y las pusimos dentro de un frasco. La propuesta era ocasionalmente ir sacando los papelitos del frasco e ir realizando las iniciativas que aparezcan.

Fuente

Una de ellas fue ir a visitar a los ancianos que viven en uno de los geriátricos de la Localidad. Los visitamos hace algunos sábados atrás, en el horario de la escuela sabática. Los chicos les prepararon tarjetas, las cuales entregaron con beso y abrazo incluido.

Unos sábados después, en el momento del misionero, les conté disimuladamente la historia de su visita («disimuladamente»: dícese de tratar de que no se den cuenta hasta el final de que la historia era acerca de ellos). Fue algo corto y sencillo, con el objetivo de que puedan comprender que al igual que los chicos de India (este trimestre van las ofrendas para allá) ellos pueden ser misioneros en su lugar.

historia del misionero

¿Y por casa cómo andamos? Mejorando. Nos falta todavía. Hace tiempo que queremos emprender algún proyecto solidario en los que los chicos puedan participar activamente (no que se reduzca a que los padres les elijan juguetes y ropa para regalar). La idea todavía no llegó, pero estamos a la caza. También estamos considerando hacer una nueva versión de los agentes misioneros secretos. Ideas serán bienvenidas.

Termino agradeciendo a las personas que comentaron en el blog, fui feliz leyendo sus mensajes. Me encanta saber quién está del otro lado.

Desde Entre Ríos brindo con mi taza de té para que tengan un hermoso sábado!

Gise

Agradeciómetro

Heme aquí desafiando a los muchachos de la real academia nuevamente.

Agradeciómetro: palabra originaria del argentinus, conjunción de las palabras «agradecimiento» y «metro» (unidad de medida), que implica un formulario para registrar las ocasiones en las que se manifestó gratitud a otra persona o a Dios. 

Bueno, todo el verso anterior es para presentarles una actividad para la lección de este sábado. La idea surge frente a mi preocupación crónica de que «a las palabras se las lleve el viento», y los chicos no fijen y pongan en práctica aquellas cosas que procuramos enseñarles en la escuela sabática. Así que he aquí el agradeciómetro: cada chico recibirá una hoja donde deberá juntar, durante la siguiente semana, 50 firmas de personas a las que les dijo «gracias» por alguna razón. Las firmas irán siendo registradas en cada casillero, hasta llegar al nº50. En el caso de agradecerle a Dios, pueden escribir ellos mismos en el casillero la palabra «Dios».

Como consigna pueden decirles que las razones para agradecer no necesitan ser cosas que les pasaron exclusivamente en el momento, sino que pueden ser del pasado o en general,  por ejemplo agradecerle a la mamá por cuidarlos siempre, o por ayudarlos con la tarea, etc.

Eso si, recomiendo firmemente que se pongan las piletas con el incentivo para que se vayan bien motivados! El nuestro será que puedan avanzar de un solo tirón 5 casillas en el juego «el innombrable» (en el cual, muchos de nuestros jugadores vienen bastante atrasados). Vamos a ver como funciona…

A continuación, señoras y señores, de las mismísimas profundidades de googlelandia y pinterestlandia,  un popurri de manualidades para hacer acerca de la historia de los 10 leprosos.

Elija la que más le guste

(abajo de cada foto va el link donde pueden encontrar la página donde está la idea).

Fuente  Blessings for Bible teachers

 

Instrucciones acá

 

Instrucciones acá

 

Fuente

     

Instrucciones e imágenes para descargar acá

    

«Jesús sanó a diez hombres, pero solo uno agradeció»

Instrucciones acá

Me despido con esta ilustración que me encantó, agradeciéndoles por los mensajes y el apoyo de siempre (ya me faltan 49 no más!)

 

Baúl de los recuerdos

Buenas buenas!! Viernes finalmente 🙂

Hoy quiero compartir con ustedes algunos recuerdos inéditos que nos dejó el trimestre que pasó. Hice una mini-selección que espero que les guste:

  • Comité de bienvenida en la iglesia: uno de los sábados, la actividad de «compartiendo lo aprendido» motivaba a compartir mensajes de afecto y esperanza a otros miembros de la familia de la iglesia. Pensamos que una buena ocasión sería en el momento final de la escuela sabática, ya que coincide con la llegada de mucha gente que asiste al segundo servicio del culto divino que se hace en nuestra iglesia.

Cada niño preparó y personalizó tarjetas para entregar, y llegado el momento formaron una fila en el hall de entrada de la iglesia, escoltando y llenando de besos y abrazos a las        personas que iban ingresando. Sonrisas sobraron.

 

Me pareció una linda forma de darles participación a los niños en las actividades de la iglesia, creo que al estar en una iglesia tan grande, es necesario remarcar este sentimiento de familia, de que se conozcan y se identifiquen con la iglesia.

  • La familia de la iglesia: esta actividad si mal no recuerdo la proponían en el manual. Siguiendo la idea de la actividad anterior, el objetivo era que los chicos relacionen a la iglesia con una gran familia. Les repartimos hojitas y ellos tenían que salir por la iglesia a pedirle a la gente que escriba sus nombres. A medida que iban consiguiendo nombres, pegaban las hojitas en el árbol.

 

  • Escalera al cielo de Jacob: una genial puesta de escena de Aline y la actuación estelar del Profe Claudito.

  • Incentivo para las ofrendas en Primarios B: al final dejé pendiente ir contándoles de nuestra provincia vecina, Primarios B, y privé al mundo bloguero de que conozcan ideas geniales como este incentivo para la lección:

Cada vez que se llegaba al blanco de ofrendas se sumaba un animal al paisaje africano. ¡Qué production!!! Me encantó.

  • Llave maestra: y para los que se perdieron la Llave maestra del trimestre pasado, encontré un link donde la pueden leer online. Tengo que chequear más la información, pero aparentemente es una página web en construcción donde van a ir subiendo los manuales, lecciones y llaves maestras pasadas…pero repito, habrá que chequear.

El link acá

Eso es todo! Nos leemos en el próximo post!

 

Misión ring-raje

Y el día del regreso tan esperado del Super Agente Misionero Secreto llegó. Tal como lo había prometido, el agente volvió para hacer misiones junto a los chicos. La idea era que los niños  puedan tener una linda experiencia misionera, que experimenten la alegría que genera poder ayudar a otros sin esperar nada a cambio. Con «generaciones» de niños anteriores en varias ocasiones hicimos actividades misioneras fuera de la clase (sábado de tarde), pero las últimas veces optamos por realizar las «salidas misioneras» en el horario de la escuela sabática, para asegurarnos de que todos los niños puedan vivir la experiencia.

Las actividades misioneras planeadas tenían un «modus operandis» diferente: versión «ring raje». En nuestro país se llama así a la típica travesura de la infancia de tocar el timbre de alguna casa y salir corriendo. La idea entonces era ayudar a la gente en forma secreta, dejando aquello que podían necesitar de forma misteriosa en la puerta, tocar el timbre y correr a escondernos.

Preparativos? varios…

-Seleccionar los destinos de las actividades misioneras no fue tan sencillo. Al estar inmersos en una comunidad más que nada adventista, los sábado a la mañana es un horario complicado para encontrar a la gente (o están en la iglesia o durmiendo).

-La ayuda de los padres con el transporte fue fundamental .

-El sábado anterior la misión que fue en los cuadernos era que preparen tarjetitas con alguna promesa bíblica y un saludo de feliz sábado. Las maestras nos encargamos de preparar el material alimenticio.

-El viernes previo al «sábado de aventura» las seños y el agente hicimos el «plan piloto».  Recorrimos los lugares a «misionar», hablamos con la gente a «sorprender» y visualizamos los recorridos y escondites. Esto resultó esencial para tener un orden y  prevenir un poco los imprevistos en el momento del ring raje.

Bueno. Ahora sí. Sábado 23 de Junio. A las 1000 hs en punto.

Ni les cuento la emoción que tenían los chicos de volver a ver al agente. Giovanni, uno de los niños le decía a su mamá durante la semana anterior: «Mami yo se que el Agente es de mentirita, pero ¡me gusta que venga!». Realmente fue un agente motivador.

En su maletín, el agente tenía 4 sobres con la etiqueta de «top secret», con 4 misiones cifradas (próximo post, porque sino este va a ser más testamental aún)

En el aula, leyó la primera.

Nos habíamos enterado de una familia que estaba pasando necesidad, así que optamos por poner en una caja todos los alimentos que habíamos juntado en el «kiosco solidario» de la escuelita durante el trimestre y llevárselos.

Esta misión fue totalmente de incógnita, y ring raje: dejamos la caja en la puerta, y corrimos.

«¡¡Papi  no te preocupes, que aunque no puedas hacer las misiones con el agente, te vas a re divertir igual!!!», le dijo Deian a su papá, quien gentilmente transportaba con su auto a parte del contingente.

La siguiente misión tenía unos destinatarios particulares: los enfermeros y médicos de guardia. La idea era sacarles una sonrisa en su mañana de trabajo, en un día en el cual la familia y la iglesia se extraña un poco más.

Cada misión venía con un mapa de Libertador San Martín con el siguiente destino marcado (los chicos súper emocionados).

A ellos les llevamos turrón de avena y tarjetitas hechas por los chicos.

La travesía por adentro del sanatorio estuvo llena de adrenalina.

«Seño, pero parece que estamos robando pero estamos haciendo algo mejor que robar» nos dijo uno de los agentes muy emocionado en plena misión.

Y si, con esta misión robamos muchas sonrisas.

Misión cumplida y el saludo de los agentes (aaaaaaaaagentes!)

Tercera misión en marcha. Próximos destinatarios: el personal de cocina de guardia  del comedor de la Universidad. Los agentes firmes y adelante, con un arsenal de tarjetitas y una tarta de coco y dulce de leche.

En cada misión iban rotando los que iban al «frente de batalla» con el agente y los que se quedaban en la base (el escondite). Eso si, fueron rotando de modo tal que todos acompañaron al agente bien  de cerca en alguna de las misiones.

(como verán el agente estaba muy metido en su papel)

Luego de tocar el timbre y correr, salieron todos los empleados del comedor en filita, bien atentos de no mirar hacia donde estábamos escondidos (eso era lo más gracioso, los chicos pensaban que estaban totalmente camuflados en su escondite)

El destino de la cuarta y última misión fue uno de los geriátricos de nuestra comunidad, donde entregamos las tarjetitas restantes y un rico lemon pie.

«¡¡Me tiemblan las piernitas!!», nos dijo Valen mientras se iba corriendo con el agente a tocar el timbre.

Una vez que vimos llegar el cargamento a buenas manos,  la caravana secreta dio por concluido su recorrido y emprendimos la retirada para la iglesia nuevamente.

En el aulita les esperaba un festín (si, después de repartir tantas cosas ricas algo de premio estaba permitido!!) y una mini ceremonia de graduación. El Agente les anunció que ya no iban a necesitar su ayuda más, que ellos ya habían aprendido a hacer misiones, y que ahora les tocaba a ellos estar atentos y seguir haciendo misiones secretas, ayudando a aquellas personas que lo necesitan y hablando de Jesús.

¡Y que vivan los pirotines de diplomatura otra vez! El agente les colocó a cada niño una insignia y así dimos por terminada la jornada.

«Seño, mi hermanito puede ser Agente Misionero Secreto también?» me preguntó Nico señalándome al enanito precioso que traía de la mano.

Inexplicable como ese sábado terminamos con el corazón taaan lleno. De alegría, de gratitud a Dios, de entusiasmo…Ver a los chicos disfrutar tanto, las sonrisas cómplices de la gente a la que «visitamos secretamente»,  y la sensación de que era una experiencia que ni los chicos ni nosotros vamos a olvidar alguna vez.

Y para ayudarlos a no olvidar, un amigo de esos capos y talentosos que tengo, alias Tincho, preparó esta mega producción para dejarle de recuerdo a los chicos. Incluyó el video de la primera visita del agente, porque las reacciones y comentarios de los chicos son imperdibles. Eso si, dura unos 24 minutitos, así que a mirarlo con pochoclos.

Y ring raje. Me rajo a estudiar!! Happy Week!

Primarios con sede en el geriátrico

Meses atrás, charlando con una de las enfermeras de un geriátrico de la zona, me enteré que los sábados de mañana era el momento en que más solos se sentían los abuelitos. Las visitas eran recibidas en el horario de la tarde, así que por la mañana solían escuchar por radio los sermones. Comentando con el resto de los maestros, surgió la idea de ir a visitarlos en ese horario y tener allí las actividades habituales de la escuela sabática.

 
Con anticipación mandamos una notita a los padres contándoles el plan y pidiendo colaboración con el transporte. Gracias a Dios tuvimos muy buena respuesta.. La actividad extra premiada con primales era preparar tarjetitas para cada abuelito, tarea que fue cumplida, como se imaginarán, con mucha responsabilidad. Nos habían pasado el dato de que a los abuelitos les encantaban las frutas, así que llevamos unos pirotines con rodajas de diferentes frutas para regalarles. Preparamos una parte musical especial y llevamos disfraces para todos, para representar la historia bíblica que correspondía a ese sábado.


Pasamos un momento hermoso. Participaron en los cantos (elegimos aquellos que eran conocidos por ellos)  y también en la oración,  compartiendo pedidos y agradecimientos. Luego fueron espectadores de lujo de la representación de la historia bíblica. Al final hubo tiempo para repartir los regalitos preparados y muchos besos y abrazos.


Que haya sido durante el transcurso de la mañana fue ideal para asegurarnos de que todos puedan pasar por esa experiencia. Generalmente, cuando realizamos actividades misioneras en horarios extras, siempre hay algunos que no asisten.


Esperamos que en cada niño hayan quedado grabadas las sonrisas de los abuelitos, para que recuerden lo lindo que es servir a Jesús, en este caso, al compartir los momentos de alabanza y adoración.

Superhéroes en acción

Les comparto éstas ideas que encontré en la web hace un tiempo porque me parecieron originales y atractivas para involucrar a los chicos en actividades de servicio. Por un lado, en éste blog, ésta mamá propone una actividad para los chicos donde se los desafía a una «misión para superhéroes»:

Para ésta actividad, prepararon capas de superhéroes para cada uno de los niños, y en cada una de ellas se puso la inicial de cada niño. Dividieron a los niños en 4 grupos, donde cada uno de ellos tenía asignada una «misión»: embalar útiles escolares para mandar a niños carenciados, hacer galletitas para los vecinos, etc. Una vez realizadas las actividades, se volvieron a reunir y  terminaron con una meditación acerca de la alegría y la importancia del servicio . Me pareció una linda idea, y que podría ser positivo el hecho de resaltar que ellos son los «superhéroes», los que pueden ser agentes activos en el servicio a Dios y a los demás. ¿Qué les parece?

Otra idea similar, la encontré en éste blog (y luego la experiencia es repetida y comentada en éste otro blog). La propuesta trata de un desafío semanal de servicio para los niños, con una modalidad especial. La idea es desafiarlos y animarlos a ser «agentes secretos» durante la semana, y realizar una serie de misiones de servicio, en forma secreta.  Cada niño podía proponerse diferentes tareas de servicio para cada día, y a su vez se les dio una lista con sugerencias.

En ambas experiencias, les prepararon un sobre con todas las indicaciones o también con lentes oscuros, tarjetitas para dejarle a la persona ayudada (indicándole que un agente secreto lo ayudó), etc. Me encantó la idea, y tenemos ganas de implementarla prontito!

Visita al sanatorio

Durante el trimestre pasado, varias de las lecciones fueron acerca de la Segunda Venida. Para concluir ese bloque pensamos que sería bueno que los chicos pudiesen compartir con otras personas lo que habían estado aprendiendo. Así que ese último sábado, ni bien iban llegando les pedíamos como actividad incial que dibujen aquello que querían hacer cuando vayan al cielo. Luego de las siguientes actividades, en el momento de la lección, a cada uno les pusimos una «coronita» y Sabri fue describiendo lo que se sabe acerca de como va a ser el cielo. Luego comenzó a pegar los dibujos que los chicos habían hecho para nombrar algunas de las cosas que íbamos a hacer allí.  En los dibujos, las propuestas con más adeptos eran las de jugar con los animales, volar, no estar más enfermos, entre otras. Inclusive, uno de ellos mencionó que quería ver a su abuelita, quien poco tiempo atrás había fallecido. ¡Fue muy lindo escuchar sus ideas y ocurrencias y ver sus dibujos!. La idea era que luego esos dibujos sean entregados a la gente internada en el Sanatorio Adventista del Plata, y a sus familiares, y compartir también con ellos algunos cantos y una oración. Les dijimos a los chicos que sería re lindo si todas estas lindas ideas y que la esperanza que ellos tienen la puedan compartir con la gente que está pasando momentos difíciles. Luego les preguntamos si les gustaría ir a visitar personas enfermas y a sus familiares, a lo que ellos contestaron que si.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Nuestra iglesia se encuentra dentro del predio del Sanatorio Adventista del Plata, así que no fue ningún problema llegar hasta allí. El capellán del sanatorio nos fue guiando por diferentes piezas donde  cantamos algunas canciones y luego los niños les entregaron sus obras maestras contándoles que habían dibujado allí. Todas las personas a las que visitamos se mostraron muy contentas y agradecidas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Creemos que fue una experiencia muy valiosa para todos, y especialmente el hecho de compartir con otros algo hace que eso se quede grabado. Fue hermoso poder compartir nuestra esperanza con otras personas y ver a los niños involucrados. Esperamos sus experiencias también!